Es posible que alguien haya echado en falta mis entradas habituales del blog de marchas y senderísmo y no es porque lo haya abandonado puesto que guardo algunas en mi archivo y como creo que ya va tocando hoy quiero que me acompañéis en la última que he hecho el pasado martes por uno de los más bellos rincones de Cantábria; el nacimiento del río Pisueña.
Toda la noche lloviendo y oyendo golpear el agua en los cristales me hace presagiar que igual el día no es el más apropiado para ir a caminar pero no emperezo y cuando llego al pequeño pueblo de Pisueña que toma el nombre del río que nace en lo más alto de sus montes, el agua ha cesado y aparecen entre las nubes tímidos rayos de sol. Los guias deciden comenzar la ruta y enseguida nos metemos en un territorio mágico donde el verde de los prados y el color que lucen los árboles de hoja caduca en este otoño tardío recompensan el madrugón.
Todo el camino está salpicado de las casas y cabañas típicas del territorio pasiego, algunas en bastante buen estado y otras semi derruidas. Se cuentan entre ocho mil y diez mil las construcciones de este tipo que hay diseminadas por estos
Valles Pasiegos.
La vaca pasiega ha ido cediendo el terreno a las ovejas y ahora son estas las que pastan pacíficamente en las verdes laderas.
Los Picones de Sopeña que se ven al fondo de la foto cubiertos de nubes son el origen de multitud de arroyos y riachuelos que van confluyendo sus aguas para formar un río bastante caudaloso a pesar de su corto recorrido hasta que arroja sus aguas a su hermano mayor el río Pas.
Ríos que bajan como torbellinos, y que con su rumor parece que quieren contarnos historias discurriendo entre piedras que se resisten a ser desgastadas pero que a fuerza de dejarse llevar y dar vueltas se tornan redondas y acaban siendo el cierre de fincas y rediles para los rebaños.
Corre, salta el agua, se remansa y vuelve a tomar veloz carrera en busca del llano.
El abandono paulatino de la ganadería hace que el bosque vaya ganando terreno a lo que durante años han sido fértiles pastos, y se comienzan a ver pequeños grupos de abedules además de los más comunes, avellanos, robles, fresnos y castaños.
Al otro lado de esta cumbre está la garma donde nace el río pero no hemos podido llegar más allá...
....las aguas han invadido los caminos y se hace cada vez más difícil franquearlos, deciden los guías dar por terminada la ruta y damos la vuelta pero no me queda ninguna frustración pues el recorrido es precioso y ahora que ya lo conozco volveré pronto para llegar hasta el final.
Es posible que alguien haya echado en falta mis entradas habituales del blog de marchas y senderísmo y no es porque lo haya abandonado puesto que guardo algunas en mi archivo y como creo que ya va tocando hoy quiero que me acompañéis en la última que he hecho el pasado martes por uno de los más bellos rincones de Cantábria; el nacimiento del río Pisueña.
Toda la noche lloviendo y oyendo golpear el agua en los cristales me hace presagiar que igual el día no es el más apropiado para ir a caminar pero no emperezo y cuando llego al pequeño pueblo de Pisueña que toma el nombre del río que nace en lo más alto de sus montes, el agua ha cesado y aparecen entre las nubes tímidos rayos de sol. Los guias deciden comenzar la ruta y enseguida nos metemos en un territorio mágico donde el verde de los prados y el color que lucen los árboles de hoja caduca en este otoño tardío recompensan el madrugón.
Todo el camino está salpicado de las casas y cabañas típicas del territorio pasiego, algunas en bastante buen estado y otras semi derruidas. Se cuentan entre ocho mil y diez mil las construcciones de este tipo que hay diseminadas por estos Valles Pasiegos.
La vaca pasiega ha ido cediendo el terreno a las ovejas y ahora son estas las que pastan pacíficamente en las verdes laderas.
Los Picones de Sopeña que se ven al fondo de la foto cubiertos de nubes son el origen de multitud de arroyos y riachuelos que van confluyendo sus aguas para formar un río bastante caudaloso a pesar de su corto recorrido hasta que arroja sus aguas a su hermano mayor el río Pas.
Ríos que bajan como torbellinos, y que con su rumor parece que quieren contarnos historias discurriendo entre piedras que se resisten a ser desgastadas pero que a fuerza de dejarse llevar y dar vueltas se tornan redondas y acaban siendo el cierre de fincas y rediles para los rebaños.
Corre, salta el agua, se remansa y vuelve a tomar veloz carrera en busca del llano.
El abandono paulatino de la ganadería hace que el bosque vaya ganando terreno a lo que durante años han sido fértiles pastos, y se comienzan a ver pequeños grupos de abedules además de los más comunes, avellanos, robles, fresnos y castaños.
Al otro lado de esta cumbre está la garma donde nace el río pero no hemos podido llegar más allá...
....las aguas han invadido los caminos y se hace cada vez más difícil franquearlos, deciden los guías dar por terminada la ruta y damos la vuelta pero no me queda ninguna frustración pues el recorrido es precioso y ahora que ya lo conozco volveré pronto para llegar hasta el final.
Imágenes preciosas, me encanta ver el contraste entre el verde de los pastos y los árboles sin hojas. Un paseo que bien se merece levantarse pronto.
ResponderEliminarUn saludo.
Wau ....
ResponderEliminarMe dejas perpleja, que paisajes Tejón, que lugares... la foto de las ovejas es la que mas me gusta pero la de los picones de Sorpeña jolín pero si parece algo como puesto ahí para que sepamos lo es la perfección.
Madre mía Tejón, que locura de paisajes tienes ahí!!!
Besos :)
Menuda ruta! y que buen reportaje has realizado. Me fascinan esos colores verdes que tienen los paisajes del norte, las aguas sedosas de este río y los tejados de las casa propios de estas zonas montañasas.
ResponderEliminarVeo las pendientes que presenta el terreno y da la impresión de ser una ruta de nivel alto.
Besos.
http://ventanadefoto.blogspot.com
Ay...¡que verde era mi valle! Si que se echan de menos los post de senderismo, sobre todo ahora que estoy castigada y no me dejan salir :D
ResponderEliminarY así es como si yo también fuera. Un poco :)
Un beso, Tejón
Hermosos paisajes.
ResponderEliminarYo es que ya no se que decir...
ResponderEliminarCada día son mejores tus fotos.
Abrazo
¡Menudos parajes!
ResponderEliminarEn nuestras viñetas nos hemos escapado a la luna, al desierto de Gobi, a islas desiertas,... Pero la próxima vez que queramos aislarnos de la dura realidad, iremos a una de esas cabañas abandonadas tan fantásticas.
Geniales fotos. Nos han puesto los dientes largos.
Una de las cosas que más me gusta de nuestros ríos es ese olor a musgo y tierra húmeda que les acompaña.
ResponderEliminarBesucos
Sitios preciosos y bellas fotos.Solo se hecha en falta alguna trucha saltando.
ResponderEliminarUn abrazo
Unas fotos muy bonitas Tejón, me recuerda a mi viaje de este verano a Asturias, un pisaje que quedan en las retinas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena ruta pero no creo que metieses los pies en el agua del río,las fotos repito como un disco rayado son maravillosas.
ResponderEliminarSaludos
Qué maravilla (de fotos y de paisaje). Estoy ya en la puerta, preparado para largarme, para escaparme, para pasear por estos valles. Viendo tus fotos entiendo por qué me gustas tanto la montaña.
ResponderEliminarBellas imagenes de la naturaleza.
ResponderEliminarSaludos y abrazos-
Que suerte ser agua en el otoño.
ResponderEliminarQue suerte ser oveja en la pradera.
Que suerte ser acebo en el arroyo.
Que suerte pasear por la vereda.
Bueno parece que en el norte el otoño lleva su curso normal, y la naturaleza se prepara para el invierno.
Un saludo Tejón.
Uno de los mejores lugares de Cantabria?, toda Cantabria es espectacular. Preciosas fotos para levantar el espiritu en este sabado en que, en Guadalajara, no hemos visto ni asomo de sol y si niebla y mas niebla...
ResponderEliminarLa primera foto para quitarse el sombrero.
Saludos
Valles de agua y nieblas en los montes...
ResponderEliminarUn abrazo, Tejón
Que preciosidad de verde y el agua, las fotos son impresionantes. Un saludo.
ResponderEliminarEs que tengo que madrugar más para un comentario como este, que me repetiré a todos los anteriore.
ResponderEliminarMuy buenas Fotos, precioso paisaje con ese verde tan bonito.
Un amigo que un día vino a casa y me pilló pintando, me dijo que era mejor la fotografía, que ese trabajo que yo realizaba.
Viendo tus fotos lo comprendo, pero la verdad , me sentó fatal.
Si vas a ver las pinturas que he expuesto en el blog, verás que mi amigo llevaba razón. Pero me gusta hacerlo.
Saludos, manolo
Merece la pena volver a madrugar y repetirlo.
ResponderEliminarUn saludo, Valverde.
Sabía yo que te iba a gustar la foto de las ovejas,Nieves.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ventana de foto, aunque lo parezca la ruta no tiene gran dificultad, se puede hacer perfectamente con niños.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Que habrás hecho tu para que te tengan castigada?.
ResponderEliminarUn abrazo,Alma.
Gracias,Logio,un saludo.
ResponderEliminar¡Una pasada el reportaje Tejón!, me gustan todas y cada una de las fotografías, pero la octava es delirante, me la quedo, ja,ja. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMe conformo con lo que dices,Fermín.
ResponderEliminarAbrazo.
Fuensanta, Antón, estaré encantado de llevaros.
ResponderEliminarUn saludo, salaos.
Es un buen lugar para coger musgo para el belén,Anjanuca.
ResponderEliminarUn besuco.
La proxima vez intentaré complacerte,Jose, aunqwue tenga que echar un día esperando a que salte la trucha,jejeje
ResponderEliminarUn abrazo.
Luisa, tenemos muchas cosas en común con Asturias, me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bajaba el agua un pelín fría amigo José.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro, Estraiver de que las fotos te empujen a echar a andar, los montes a mi también me tiran mucho, como a las cabras.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias,Pizarro por pasar y comentar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Chalecú, que bonito comentario, casi es una entrada de blog.
ResponderEliminarUn saludo.
Flores, espero que haya despejado y podido ver el sol.
ResponderEliminarSaludos y gracias por el comentario.
Buena combinación, Isabel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me agrada tu comentario,Carlos, un abrazo.
ResponderEliminarYa vi el puente que pintaste,manolo, tiene mucho merito lo que haces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te la regalo, Marce, haz con ella lo que quieras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Realmente precioso!!
ResponderEliminarEl verde de la hierba junto al agua del rio hace que respires tranquilidad y sosiego, preciosas fotos e imagino que haber pasado este tiempo en compañia de la naturaleza, reaviva el alma y las fuerzas.
Un beso
Preciosos paisajes y muy genuinas bordas con esas rusticas tejas de piedra......
ResponderEliminarComo unico pero la excesiva deforestacion que se aprecia en los montes.............
Saludos camperos!
Los frescos y húmedos olores del campo llegan a mis fosas nasales sólo con contemplar las fotografías con que ilustras esta entrada. Creo que tengo el cabello alborotado de la humedad y las manos frías... Seguro que tendriais que ir todo el camino embozados en los chubasqueros.
ResponderEliminarSaludos
ResponderEliminar· No sé si me dan más envidia las fotos o la marcha que has realizado. El paisaje es bien hermoso. Tomo nota para una próxima salida.
· un abrazo...
CR & LMA
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Qué recorrido idílico!.
ResponderEliminarCaminar absorbiendo belleza en un entorno para sentir..
...Y unas fotos preciosas.
Cristina
Nadie puede sentirse defraudado después de un camino como éste, Tejón. ¡Magnífico! Me gustan todas las fotos, pero especialmente el salto de "portada"... y esa losa tan familiar en las casas pasiegas.
ResponderEliminarAbrazos
Verdaderamente es un paseo revitalizante,lisebe.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por pasar.
La desforestación está sufriendo un retroceso, campero,desde que la comunidad europea ha comenzado a sancionar por quemar para conseguir pastos, que ya solo lo hacen porque es una tradición muy arraigada entre los pasiegos.
ResponderEliminarSaludos.
Pues no hizo tan malo,CarmenBejar, llovió toda la noche pero por el día se aguantó.
ResponderEliminarUn saludo.
Tomo nota,ñOCO, y ya improvisaremos algo para hacerla un "poco" más larga,jajaja
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,cris, disfrutarías haciendo esta rutilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como dicen FLORES,ÑOCO y otros, esta entrada teine una frescura yuna atmósfera que levanta el ánimo a cualquiera, y no sabes qué falta me hace a mi en estos momentos quien me de aire fresco y me oxigene el alma.
ResponderEliminarAsí que, pase lo que pase, siempre vendré por aquí a respirar.
Un abrazo
Y yo me alegraré de verte,Amado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonitos son los valles pasiegos. Que pases unas felices fiestas. Saludos.
ResponderEliminarTasugu, buen sitio y buenas fotos, me lo apunto que tampoco me queda muy lejos del hogar.
ResponderEliminarun saludo y a seguir asi
;)
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarGracias,Japy, un abrazo.
ResponderEliminarBienvenido a la cueva,Juan, me alegro que te guste.
ResponderEliminarUn saludo, amigo asturiano.
Hola Tejon.
ResponderEliminarTiene razón Marce,la ocho es preciosa,y es dificil elegir porque ese color verde.....
Lo raro es que no haya salido el sol cuando has llegado y hayan caido chuzos de punta cuando te has ido.
Un abrazo,maestro.
Jajajaja, pues no estuvo del todo malo el día,fosi.
ResponderEliminarGracias por pasar, un abrazo.
Lectores de La Cueva, podrán ustedes comprobar que CANTABRIA ES INFINITAmente hermosa. Al reportero le tenían que dar la medalla al Mérito turístico ¿ O no?
ResponderEliminarSabes? acabas de recordarme lo que necesito volver salir al campo, a sentir el frío de la sierra, a dejarme acariciar por el tímido sol de invierno en el campo. No lo dejo para más adelante. Salgo ya!!!!
ResponderEliminarfeliz año nuevo.
Buena forma de empezar el año,Nieves.
ResponderEliminarUn abrazo, feliz año.