ESCLAVOS DEL TIEMPO
Esclavos del tiempo y de las agujas del reloj. Nunca tenemos tiempo, siempre deprisa, siempre corriendo, Seremos puntuales, cuando llegue el momento, y el seguirá marcando siglos, años, meses, días, horas y minutos, soportando lluvias y vientos.
Increible!!!
ResponderEliminarCuando nuestro tiempo se agote él seguirá ahi como si nada, El ingeniero fue bueno en su trabajo eh!!!
Preciosa foto, besos :)
Una entrada muy apropiada ya que próximamente se aproxima el cambio de hora.
ResponderEliminarSaludos.
http://ventanadefoto.blogspot.com
Este reloj de sol es el que menos se cansa, ni pilas, ni engrase, el quedará marcando las horas, para los restos y después de nuestros restos.
ResponderEliminarDeseo que sigas bien
Es cierto, siempre con prisas, no tenemos tiempo, no llegamos a tiempo, perdemos el tiempo... y para qué tanto preocuparse?
ResponderEliminarEl tiempo pasa a su ritmo y hay que esperarlo con tranquilidad.
Un saludo.
Guapisimo el reloj. Un abrazo
ResponderEliminarHombre yo soy la excepción pues me siento millonario no por lo que tengo,y si porque dispongo de todo el tiempo que deseo y procuro gastarlo poquito a poquito y muy despacito.
ResponderEliminarEl reloj lo he guardado para que me diga que soy un poco abandonado.
Saludos
Leí por ahí que el hombre había inventado el reloj para controlar el tiempo pero que una vez inventado fue el tiempo el que empezó a controlarle a él :)
ResponderEliminarUn besazo, Tejón
Parece mentira que a ese reloj de sol le hayan mirado tantas generaciones de hombres y que ahora, a pesar de su buen e impecable funcionamiento, de su experiencia de siglos, le hayan sustituido por efímeros relojes de pulsera, por esos jovenzuelos llamados "teléfonos móviles". Él es resistente y preciso. Nunca se equivoca. Y ahí sigue señalando las horas, aunque casi nadie repare en él.
ResponderEliminarSaludos
Como suele decirse; "el tiempo pasa pero vuelve y nosotros nos pasamos y no volvemos"
ResponderEliminarUn abrazo desde Reinosa Tejon.
Es más optimista este reloj, donde la sobra se mueve despacio, y el tiempo parece durar más, no como en los relojes de pulsera, donde el segundero corre como un loco, haciéndonos correr a nosotros.
ResponderEliminarIngenieros los de antes, Nieves, lo dejaron todo inventado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Horario de invierno, Ventana de foto, Mañana a las seis de noche.
ResponderEliminarUn saludo.
Como para llevarlo puesto en la muñeca,jejeje
ResponderEliminarSaludos.Anna y gracias por pasar.
Valverde, un tio mio dice que para llegar pronto ya es tarde y para llegar tarde nos que mucho tiempo todavía.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Jose, tu si que sabes aprovechar el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alma, Rafael Amor en una de sus canciones dice que "en un segundo se hace un amo, basta un esclavo mudo".
ResponderEliminarUn abrazo.
CarmenBejar, en mi pueblo hay varios relojes de sol, un vecino propuso al Ayuntamiento hacerles un lavado de cara y han quedado muy majos, eso si, no ha hecho falta cambiarles ninguna pieza.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por pasar,seva.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo hace tiempo que dejé el reloj en el cajón de la mesilla, Rubén, ahora mismo debe estar sin pila.
ResponderEliminarUn abrazo.
SOMOS LA ARENA,DEL RELOG QUE SIEMPRE DA VUELTAS....
ResponderEliminarSALUDOS CAMPEROS!
¡Ostras! Al principio creía que era de por aquí: tenemos alguno practicamente igual.
ResponderEliminarYo abandoné el reloj hace ya unos cuantos años... pero me temo que sigo igual de esclavo que antes.
Abrazos, Tejón
Con reloj o sin reloj, nuestros momentos están marcados por el tempo. Ay¡, cuan crueles y afiladas parecen la agujas que labran círculos tras círculos, viendo pasar las vidads.Un abrazo Tejón.
ResponderEliminarPara mí es una pena que el tiempo se mida en minutos y horas yo prefiero medirlo en momentos, uno detrás de otro pero siempre disfrutando de este...
ResponderEliminarSaludos
Leo la cabecera de tu blog y me fascina...lo mejor es que tus hijas te hayan animado a hacer un blog, de lo contrario no estaría aquí pasando un buen rato.
ResponderEliminarTienes un ojo fotográfico que muchos ya quisieran...
Me ha encantado!
Un abrazo.
En un reloj de arena, aunque no lo parezca, también pasa el tiempo, Campero.
ResponderEliminarSaludos.
Tenemos unos cuantos en el pueblo, Xibeliuss, y recien arreglados.
ResponderEliminarA ver si en Enero te suelta un poco el tiempo.
Un abrazo.
Ciertamente, Marce, no podemos hacer nada aunque intentemos luchar contra el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese es un buen principio para ser felices, vivir intensamente los buenos momentos.
ResponderEliminarUn saludo, Flores.
Gracias,Remei, por los elogios. Hay quien me dice que debo quitar esa leyenda de la cabecera, no se que hacer.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por pasar.
nota al margen: "espallar" a los cuatro vientos la frase de mi tocayo A.Nervo que subtitula la cabecera, ya justificaría un blog.
ResponderEliminarPero detrás y debajo de la portada este blog mantiene ese nivel, ese espìritu, esa paz. Para terminar este día no pude encontrar mejor recuncho.
Un abrazo
Magnifica entrada y una gran verdad. Siempre estaremos a merced de sus agujas, que nos dirigen silenciosas nuestra vida. Quien se atrevera a hacerle frente...
ResponderEliminarUn saludo
No es que no tengamos tiempo es que no lo valoramos.
ResponderEliminarHola Tejon.
ResponderEliminarMe encanta la frase de Alma...buenooo y el reloj y la foto tambiennn.
Un abrazo.
Gracias por la visita,Amado.
ResponderEliminarUn saludo.
Mansolea, resistirse al paso del tiempo es una lucha desigual y siempre saldremos perdiendo.
ResponderEliminarUn saludo.
A veces igual ni lo valoramos ni sabemos disfrutar los buenos tiempos, Logio.
ResponderEliminarSalud.
Alma siempre tan acertada,fosi.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por pasar.
Cuando se puso este reloj, Luis XVI estaba en capilla, tres años más tarde de-capitado y Napoleón haciendo la mili, ni se imaginaba entonces que un día vendría por España dando un paseo con la escolta de todo un ejército. El reloj seguía ahí de testigo esperando la caricia del sol.
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ResponderEliminarY quien sabe si algún gabacho no anduvo de ronda debajo de ese reloj.
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