Como los árboles a la orilla de un río o al borde del mar, prisioneros de la tierra y de las rocas, tenemos miedo de lanzarnos a la corriente y navegar en libertad.
Y envidiamos a las ramas más altas que aunque saben que nunca alcanzaran el cielo ni tocaran las nubes, serán acariciadas por los vientos, recibirán las gotas de lluvia y los rayos del sol, sus hojas se rozaran, se besaran sin importarles lo que piensen el tronco y las raíces.Ese tronco y esas raíces que han hecho posible que sean libres a costa de estar ellos cautivos y anclados en la tierra.
Alcanzada la plenitud buscaran una puerta camuflada que les haga volver al interior del árbol o se quedaran fuera formando con las hojas un tapiz en el suelo.
Aún así me gustaría ser árbol para vivir con cierta paz y tener por vecinos otros no me pueden inquietar,seria como ellos sin aspirar a tesoros ni riquezas a poderes incontrolados viviría una relativa paz asaltada a veces por esos enanos que creo les suelen llamar humanos.
ResponderEliminarSaludos
Solo deja comentar como anónimo
Yo jose
Ahora, sin bici... a caminar, ¿no?.
ResponderEliminarLas fotos parecen ser de un lugar encantado y mágico, tu comentario es un alegato presioso a la naturaleza.
ResponderEliminarLeerte me da paz.
Un saludo Tejón ;)
Como siempre, la libertad de unos, depende de la esclavitud de otros. ¿Cuando llegaremos a la plena humanización de la especie?
ResponderEliminarUn abrazo
Nos gusta la variedad de árboles que nos presentas. En este 2011, que es el año internacional de los bosques, viene muy bien acordarse de ellos.
ResponderEliminarHa sido una entrada llena de poesía, aunque esté en prosa. Muy buena la reflexión y la comparación entre los árboles y las personas, además las fotos muy bien escogidas llenas de la belleza que emanan los ´raboles.
ResponderEliminarUn saludo.
Ojalá fuéramos como los árboles y supiéramos dar tanto a cambio de nada y recibiéramos tan bien los abrazos :)
ResponderEliminarUn abrazo, Tejón, de árbol
También yo envidio a los árboles: en primavera por el esplendor de sus hojas y flores, en verano por la madurez viva de sus ramas, en otoño por caducidad de sus hojas multicolores y en invierno por la senectud palpable en sus ramas desnudas. Los árboles hablan, padecen, crecen como nosotros, sin lloros y sin quejas, absortos en la Madre Naturaleza que los acoge serena. Nosotros los humanos no podemos decir otro tanto.
ResponderEliminarSaludos
Siemmpre que veo vuestro verde, el norteño me entra una envidia perniciosa...je,je.
ResponderEliminarPor aquí ya sabes el verde también existe,pero mucho más efímero. Bueno no tanto, la huerta el campo, y a veces el verde mar....
Pero nada comparable con esos altos y esbeltos arboles y los helechos,qué daría yo por un helecho de esos para mi mirador...
Besicos.
Buena reflexión,aparte de bonita.Las fotos,como siempre,geniales.
ResponderEliminarUn abrazo.
hermosas fotos, suele suceder el sacrificio de unos es el fruto del otro.
ResponderEliminartambién que cada uno en su función en la vida
saludos querido Tejon
Bellas paluena comparación, aunque ellos están más indefensos a merced de nuestros intereses. Ellos ven el tiempo pasar, nosotros queremos adelantarnos al tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola tejón muchs gracias por tu visita, me alegro mucho de verte de nuevo después de tanto tiempo, un año. Un abrazo.
ResponderEliminarQué cosa más bonita los árboles.
ResponderEliminarUn abrazo Tejón
Somos uno pero casi siempre desvirtuamos esa esencia con memeces.
ResponderEliminarUnas fotos preciosas.
Un abrazo
Cristina
A veces, Jose, parece que perturbamos a los árboles cuando entamos en el bosque a caminar.
ResponderEliminarUn saludo.
Caminar siempre,Logio, es más sano que pedalear, al menos para mi que estoy operado de hernia discal.
ResponderEliminarSaludos.
Quisiera que experimentaras la paz que da pasear entre los árboles,muerte roja.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces, Fermín,compensa ver disfrutar a nuestros hijos de las libertades que quizás no tuvimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
El año de los bosques tendría que ser todos los años.
ResponderEliminarGracias Fuensanta, gracias Antón por pasar y comentar.
Un abrazo.
Gracias Valverde por el comentario.
ResponderEliminarPor ahí tambien lucen preciosos los árboles.
Un saludo.
Siempre recibo bien tus abrazos,Alma.
ResponderEliminarRecibe donde estes uno mio,grande.
CarmenBejar, pasé este otoño por Candelario y vi una sierra hermosa llena de árboles, me quedó muy buen recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maricarmen, te mandaré helecchos verdes.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias fosi.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un placer su visita, abuela.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ven pasar el tiempo,Lito, y no nos detenemos a preguntarles lo que han visto con todo lo que nos podrían contar.
ResponderEliminarUn abrazo.
SENTIMIENTOS, me alegré mucho de tu vuelta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Diana, se que sigues ahí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo,Cris, formamos parte de un todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Tejón,
ResponderEliminarYa estoy ansiosa esperando los helechos verdes...ja,ja,ja.Ya me avisarás porque medio me los envias
je,je,je...
ültimamente blogger está dando problemas con los perfiles, te recomiendo que cuando hagas el comentario,insertes cuando te lo pida tu correo y contraseña, blogger, te identifica y ya después sale tu perfil...No veas que "rollo" a mi me pasa lo mismo, no se sabe a que es debido, serán como siempre esos misterios de las ondas hertzianas...Y todos somos unos novatos.
Besicos.
Tardaran unos días pero te llegaran,jejeje
ResponderEliminarUn abrazo, Maricarmen.
· Cualquier canto a un árbol será un buen canto. Y si es un haya, mejor que mejor.
· Saludos
CR & LMA
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Las hayas, los tejos, las encinas...
ResponderEliminarCualquiere árbol,ñOCO.
Un saludo.