En la frondosa encina han criado las torcaces.
Cuando me han visto subir, los asustados polluelos,
ellos que se creían seguros tan lejos del suelo,
a punto han estado de levantar el vuelo.
En este enebro espinoso, con trabajo y esmero,
han construido su nido, una pareja de jilgueros.
Entre brezos, helechos y a ras del suelo,
ha puesto en el nido los huevos,
un simpático y huidizo carbonero.
Pinchando en la foto del enebro, se puede ver al jilguero.
Por esto me gusta la primavera, porque es una explosión de vida.
ResponderEliminarOye, que el jilguero se ha ido :)
Besucos.
Que paisajes y que fotos tan bonitas.
ResponderEliminarEn la zona donde yo vivo hay muchos pájaros y raro es el año que no nos tengamos que hacer cargo de un pajarito que ha salido volando y decide perderce en mi patio. Los pobres, caen en buenas manos eso si.
UN saludo tejón :)
pobres pajaros jjjjjjj un abrazo
ResponderEliminarAbril, hueberil, mayo, pajarallo y por San Juan, agárralos por el rabo que se te van
ResponderEliminarNo pierdes el tiempo
Tu imaginate que un pajaro grande entrara en tu casa y fuese a fisgar en la habitacion de tus hijas,te gustaria???
ResponderEliminarDeja en paz los nidos so gamberro...
Me gustan las fotos,ahora es epoca de ello.
Un abrazo
Estalla la vida. No sé como conseguís ver los nidos, yo ni de niño era capaz de localizarlos y más difícil me resulta conocerlos.
ResponderEliminarTe felicito por tu entrada.
Un abrzo.
Mira por donde me has recordado cuando era un travieso niño que no hacia caso a nadie ,y subir a las higueras de mi abuela para ver los nidos era siempre un desafió.
ResponderEliminarRecuerdo que los nativos del pueblo me invitaron una noche para coger pajaros con linternas.
Saludos
La verdad es que soy una cenutria en esto de la ornitología, así que, aunque me emperre, soy incapaz de ver pájaro o nido identificable cuando recorro esos montes de Dios. Tendrías que darnos unas lecioncitas, jejej
ResponderEliminarSaludos
¡Dios! Tengo que ir casa antes de que mi padre les quite a las golondrinas los nidos del corredor...el díce que aniden en el alero de derás que en el de delante lo ponen todo hecho un asco y no le dejan dormir por la mañana, yo digo vete tu a dormir a la habitación de atrás...y se pone de un color más poco natural...no sé, entre rioja y ribera del duero...entonces marcho lejos, jaja
ResponderEliminarPreciosa entrada Tejón, el Jilguero si que sabe, con lo bien que huelen los enebros :)
Un Beso
Es todo un lujo poderse acercar a observar un nido y contemplar este fenómeno tan maravilloso en la vida de las aves.
ResponderEliminarUn saludo.
Como disfrutas de tu niño interior!.
ResponderEliminarUn abrazo
Cristina
o sea Tejon, que tu eres el paparassi del bosque, espías a los polluelos.
ResponderEliminarque cosa mas bella, aquí en mi casa, la gallina japones, también empolló 5 huevitos, saludos amigo mio.
Es un privilegio poder ver unos nidos así. La primavera es una explosión de vida que hay que preservar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya le has espantado,Anjanuca, que son muy huidizos.
ResponderEliminarUn besuco.
Me alegra saber que los pajaros caen en buenas manos,muerte roja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Solo se asustaron un poco, chus.
ResponderEliminarUn abrazo.
los días en casa de mi madre dan para mucho, Fermín.
ResponderEliminarUn abrazo, paisano.
jajaja, Jose Manuel, las niñas tambien se han hecho grandes como para no asustarse ya de ningún pájaro, y más si es de mal agüero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no es que sea un experto pero todos los años aprendo algún nido, eso si, hay que echarle tiempo y paciencia.
ResponderEliminarSaludos, Valverde de Lucerna.
Pues para sacar las fotos tuve que subir a una encina, amigo José, y la verdad es que los años no pasan en balde y me costó bajar.
ResponderEliminarUn abrazo.
CarmenBejar, los de golondrina si los conocerás,jajaja
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad es que las golondrinas y los vencejos son muy sucios,Alma, pero por favor, vete antes de que los tire,jajaja.
ResponderEliminarSiempre me haces reir.
Un abrazo.
Yo lo disfruto muchisimo, Fernando, y jamás he podido ver un pájaro enjaulado.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta dar rienda suelta al niño que llevo dentro,cris.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un paparazzi sin teleobjetivo, abuela,jajaja
ResponderEliminarUn abrazo.
Tenemos una primavera verdaderamente explosiva, Lito, pájaros, flores, árboles brotando por todos lados....
ResponderEliminarUn abrazo.
La primavera es fascinante, todo se renueva y ¡qué suerte poder fotografiar esos preciosos nidos! nos ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarUn saludo.
Después de esto, ver a un pájaro enjaulado da aun más pena.
ResponderEliminar¡Qué lugar tan acogedor es tu cueva, Tejón! Y Gracias por pasar por mi casa. Fue un placer verte allí
Bonita entrada,me ha resultado curioso ver a las torcaces,nunca las habia visto en el nido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Carmen y Alfonso, me alegro que os gustara la entrada.
ResponderEliminarSaludos.
Piragata, quedate todo el tiempo que quieras en la cueva.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por comentar.
Es curioso lo de las torcaces,fosi, han dejado de anidar en el monte y cada vez lo hacen más cerca de las zonas pobladas. Estas lo han hecho en una encina que tengo al lado de la casa de mi madre y han ahuyentado a las urracas que lo hicieron el año pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.