....así se llama este bonito pueblo de montaña que inspiró a Pereda su novela costumbrista "Peñas Arriba", convirtiéndolo en "Tablanca", lugar al que llegó allá por el año de 1893, Marcelo, un joven universitario de buena familia ligado a la alta sociedad madrileña, invitado por su tío Celso, propietario de la Casona de Tudanca.
Y no es de extrañar que aquí se quedara, en este valle verde rodeado de una sucesión de lomas y montañas que se dan sombra unas a otras, donde la vida aún transcurre apacible, sus gentes son amables y de marcado carácter montañés.
La abundancia de montes hizo en otros tiempos que la madera fuese uno de los pilares de su economía. Con ella fabricaban útiles de trabajo y aperos de labranza que usaban en las praderías situadas en lo más alto de las montañas, accediendo por caminos que parecen auténticos despeñaderos.
La abundancia de montes hizo en otros tiempos que la madera fuese uno de los pilares de su economía. Con ella fabricaban útiles de trabajo y aperos de labranza que usaban en las praderías situadas en lo más alto de las montañas, accediendo por caminos que parecen auténticos despeñaderos.
Sus poco más de cien habitantes han evitado la degradacion paisajística y conservan el lugar de tal manera que no es de extrañar que el pueblo fuera declarado conjunto histórico-artístico en el año de 1983.
Destaca en lo más alto del pueblo, La Casona de Tudanca, un soberbio edificio de piedra convertido en museo que guarda en su biblioteca auténticos tesoros manuscritos de entre otros, Alberti, Lorca, Gerardo Diego, Guillen, Unamuno, Manuel Azaña, José Hierro o Camilo José Cela.
Su ultimo propietario fue D. José Mª de Cossio, quien cedió en 1975 la casa, las dos huertas, todo el mobiliario y enseres además de los más de 17.000 volúmenes a la Diputación Provincial de Santander.
En la fachada principal se puede ver el escudo de armas de Pascual Fernández de Linares Gómez y Herrero, certificadas por el rey de armas Juan Alonso Guerra, siéndole expedida la Ejecutoria de Hidalguía para Indias en 1731 –las armas portan la inscripción ‘Guardo tan bien el castillo con este venablo armado que no fue ninguno osado a atreverse a combatillo’
En la fachada principal se puede ver el escudo de armas de Pascual Fernández de Linares Gómez y Herrero, certificadas por el rey de armas Juan Alonso Guerra, siéndole expedida la Ejecutoria de Hidalguía para Indias en 1731 –las armas portan la inscripción ‘Guardo tan bien el castillo con este venablo armado que no fue ninguno osado a atreverse a combatillo’
Y colgando en una de sus paredes, un artilugio inventado por los moradores para facilitar las labores agrarias, conocido como la "basna" de Tudanca, de la que escribió Unamuno:«La basna es un rústico vehículo montañés de arrastre, sin ruedas, al modo de las narrias que siendo yo niño funcionaban en el muelle de Bilbao. Es una horca de madera y en medio de ella tabletas sobre las que por medio de peales, como correas de varas de avellano retorcidas, se sujeta la carga de yerba. Y arrástranla, pedregoso sendero abajo, con los bueyes, que tienen que ir sosteniendo la basna, y el hombre a los bueyes. Deslízase la basna sobre pedruscos pulidos o cantos por el frote. Sobre una carga de yerba de una basna bajé un trecho de montaña...».
Y siguiendo la abrupta carretera, peñas arriba nos encontramos este paisaje nevado de la Cordillera Cantábrica.
Y siguiendo la abrupta carretera, peñas arriba nos encontramos este paisaje nevado de la Cordillera Cantábrica.
Nieve que al fundirse forma pequeños arroyos que bajan saltando entre las peñas para formar entre todos el río Nansa que da nombre a todo el valle.
Baja el río encajonado y es aprovechado para su explotacion hidroeléctrica.
Pero al llegar al llano parece volverse tímido y discurre mansamente y como escondido entre los alisos, fresnos y avellanos.
Muy buen reportage precioso,ese libro lo lei y me gusto.Menuda casa bonita La casona.Las fotos sin comentarios,como siempre muy buenas.
ResponderEliminarUn abrazo y preciosa entrada
¡Hola Tejón! normal que solo viese la fot con el Porracolina nevado al sur de la bahía de Santander.
ResponderEliminarLo entiendo,pero si miras aquí ya si entenderás algo.
http://rafamo.blogspot.com/
Saludos
¡Qué preciosidad de pueblo y de emplazamiento!
ResponderEliminarEs un placer que los vecinos hayan sabido (y podido!) conservar la esencia del pueblo.
Un abrazo, Tejón.
Otro para la lista de viajes pendientes.
Magnifico reportaje. Me ha encantado. Saludos.
ResponderEliminarJusto estaba buscando una casona montañesa :-) el palabrario nuevo, igual te pido la Tudanca prestada, Tejón. No tenía ni idea de que hubiera pertenecido a Cossío. ¡Que bien nos llevas de viaje! Un beso
ResponderEliminarSe huele la leña al leer el reportaje, el frescor de la mañana, el abuelo caminando cansinamente por las calles y el sol que timidamente asoma entre las nubes... Me encanta pasear por este blog.
ResponderEliminarUn saludo
Me ha gustado mucho tu reportaje, soy asturiana y conozco un poquito tu tierra por la proximidad, pero no sabía de este lugar.
ResponderEliminarMe suena que hay una raza de vacas que se llaman así..Tudancas...¿verdad?
Un saludo
¡¡Qué preciosidad de pueblín!!, conocíamos el libro y ahora ha sido una gozada esta visita guiada que nos muestras magistralmente.
ResponderEliminarUn saludo.
Es una preciosidad, pero prefier comodidad, lo se soy ilogica pero soy miedosa. Un abrao
ResponderEliminarAún conociendolo no deja de sorprenderme Yudanca, cada vez que lo visito.
ResponderEliminarUn abrazo, Jose Manuel.
Amigo José, creo que entendí en tu entrada que el corsario ha renunciado a publicar sus nuevas aventuras, si es así lo lamento.
ResponderEliminarEl comentario quizás no fue muy apropiado pero esque me tira mucho la tierruca.
Un abrazo.
Xibeliuus, está muy cerca de Garabandal así que toma nota y matas dos pajaros de un tiro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Japy, por pasar y comentar, me alegro te haya gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya estoy impaciente esperando el nuevo palabrario, Alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
El Mansolea, puede usted seguir paseando por mi cueva siempre que quiera, y gracias por el elogio.
ResponderEliminarUn saludo.
Efectivamente,maluferre, hay una raza de ganado autoctona original de la zona que es la raza tudanca y que cuenta con buenas cabañas principalmente en este valle del Nansa, en el de Cabuerniga, un poco menos en Liebana y Campoo.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por pasar.
Gracias Carmen y Alfonso por pasros y comentar, me alegro que os haya gustado el pueblin.
ResponderEliminarUn abrazo.
Graciaschus, aquí lo puedes disfrutar sin temor.
ResponderEliminarUn abrazo, paisana.
Últimamente siempre llego tarde mal y nunca a los comentarios, pero que conste que sigues dándome una sana envidia por tus paseos.
ResponderEliminarUn abrazo, paisano.
¡Que bonito!,me habían hablado de la casona pero no sabía nada de todo lo que has contado,magnificas fotos.
ResponderEliminarUn abrazo.
con razón los españoles tienen fama de longevos, esos paisajes son el paraíso, que linda es tu tierra querido Tejon
ResponderEliminarUn lugar precioso que por suerte y dedicación de los vecinos se ha conservado. Rodeado de un paisaje maravilloso. Estos pueblos son como una reliquia del pasado que se va olvidando y que tan importantes son para nosotros.
ResponderEliminarUn estupendo reportaje y un lugar maravilloso.
Un abrazo.
Se que estas ahí, paisano.
ResponderEliminarUn abrazo, Fermín.
Merece la pena pasar por Tudanca, Fosi.hazlo si puedes, no te defraudara, aunque ahora la carretera está un poco jodida por las obras y los argayos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si no es el paraiso, por lo menos en estos pueblos estan un poco más cerca del cielo.
ResponderEliminarUn abrazo. abuela.
Ojalá sigan así muchos años estos pueblos.
ResponderEliminarUn abrazo, Lito.