Mira que me gusta la mar cuando se cabrea de esa manera, pero la última foto me acaba de traer todos los paisajes de la tierruca al corazón. ¡Ay, ese olor a tierra mojada!
a veces cabe pensar que el mar y la naturaleza se vuelven contra nosotros por lo mal que tratamos a ambos, pero, aun en toda su bravura y su fiereza no deja imagenes impresionantes pero hay que tenerle respeto y miedo. Preciosas fotos que como siempre nos brindas. Biquiños
Es que al mar hay que tenerle respeto, dímelo a mi que vivo rodeada del mismo, no hay escapatoria, y en estos días bate embravecido que hasta hipnotiza. Me quede con el arco iris! Un abrazo.
A mí, al contrario que a Fermín, este estado rabioso del mar, me pone. (Eso sí que es auténtico!)Gracias Tejón, hacía tiempo que lo esperaba y deseaba, sabía que tarde o temprano caería algún cabreo de tu océano marino y lo mostrarías a quien tiene que conformarse con algún salpiconcillo de medio metro aquí en el Mediterraaaaneooo... Un chubasquero y a disfrutar! Gracias y un abrazote.
Impresionantes las olas en Somocuevas y la Arnía. No era un día para playa. Esa es la otra cara del mar, la que nos empequeñece. A mi me gusta ver, de lejos, como salta por encima de las rocas, que son bien altas. Un abrazo.
Impresionantes imágenes, Tejón.... LO QUE ME HE PERDIDO!!!! El temporal comenzó la última noche que pasé en Asturias. Siento los destrozos y las pérdidas, pero no puedo evitar la fascinación que me provocan esas olas. Un abrazo
Mira que me gusta la mar cuando se cabrea de esa manera, pero la última foto me acaba de traer todos los paisajes de la tierruca al corazón. ¡Ay, ese olor a tierra mojada!
ResponderEliminarBesucos
Ese verde...
ResponderEliminarEntiendes ahora porqué el mar me intimida. Sus cabreos son terribles.
Muchas veces me gustaría romper como esas olas, deshacerme contra las rocas y regresar...
ResponderEliminarY no se anda con bromas cuando se cabrea, no. La última foto...preciosa!
ResponderEliminarUn abrazo Tejon
La fuerza de la naturaleza es impresionante,y el mar aun mas.Muy buenas fotos y la del arco iris preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo
a veces cabe pensar que el mar y la naturaleza se vuelven contra nosotros por lo mal que tratamos a ambos, pero, aun en toda su bravura y su fiereza no deja imagenes impresionantes pero hay que tenerle respeto y miedo. Preciosas fotos que como siempre nos brindas. Biquiños
ResponderEliminarLa naturaleza es increíble, yo le tengo mucho respeto al mar.
ResponderEliminarSaludos y hermosas fotos
Es que al mar hay que tenerle respeto, dímelo a mi que vivo rodeada del mismo, no hay escapatoria, y en estos días bate embravecido que hasta hipnotiza. Me quede con el arco iris!
ResponderEliminarUn abrazo.
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ResponderEliminarA mí, al contrario que a Fermín, este estado rabioso del mar, me pone. (Eso sí que es auténtico!)Gracias Tejón, hacía tiempo que lo esperaba y deseaba, sabía que tarde o temprano caería algún cabreo de tu océano marino y lo mostrarías a quien tiene que conformarse con algún salpiconcillo de medio metro aquí en el Mediterraaaaneooo...
ResponderEliminarUn chubasquero y a disfrutar!
Gracias y un abrazote.
Cuanto se disfruta viendo el mar encabritado,es emocionante esas trepidantes olas.
ResponderEliminarTambién quiere recordarnos que debe ser bien tratado para no ponerse malhumorado.
Un saludo
Impresionantes las olas en Somocuevas y la Arnía.
ResponderEliminarNo era un día para playa.
Esa es la otra cara del mar, la que nos empequeñece. A mi me gusta ver, de lejos, como salta por encima de las rocas, que son bien altas.
Un abrazo.
¡Qué luz la de la última foto! Y en cuanto a las olas ¿qué se puede decir? un espectáculo magnífico.
ResponderEliminarAbrazos, tejón
Y a mi que me gusta...no conozco otros mares enfadados sólo el Cantábrico, pero que bien se enfada el Cantábrico.
ResponderEliminarUn abrazo, Tejón
Anjanuca, espero que cuando vengas puedas ver el mar un poco cabreado.
ResponderEliminarBesucos.
Fermín, ya se que el mar no te enamora, ya te pondré un poco de verde jejeje
ResponderEliminarUn abrazo.
Una buena terapia vihernes,si se pudiera no estaría mal.
ResponderEliminarUn saludo.
Pocas ocasiones hay de tener una luz como la de la última foto, Arena.
ResponderEliminarUn beso.
Si puedo Jose Manuel haré una entrada para que veais el rastro que dejó el temporal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algo de miedo pasé sacando las fotos Pili, el viento me zarandeaba a placer.
ResponderEliminarUn biquiño.
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ResponderEliminarGracias por la visita y el comentario, Sofía.
ResponderEliminarUn saludo.
No tengo yo ganas ni nada de conocer esas islas y tu mar, Mimosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Solo había que esperar Transi, y de aquí a que se termine el invierno algún temporal más habrá.
ResponderEliminarUn abrazo.
Porque le tratamos mal está el mar enfadado amigo José.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me pude acercar más en Somocuevas Lito, el viento me tiraba, era una temeridad aproximarse.
ResponderEliminarSaludos.
Si pillas tu esa luz Xibeliuss, haces maravillas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos co..... tiene el Cantábrico cuando se enfada ¿eh Alma?
ResponderEliminarUn abrazote.
Impresionantes imágenes, Tejón.... LO QUE ME HE PERDIDO!!!! El temporal comenzó la última noche que pasé en Asturias. Siento los destrozos y las pérdidas, pero no puedo evitar la fascinación que me provocan esas olas.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues si, Isabel, lo que habrías disfrutado.
ResponderEliminarUn abrazo.