2/10/09

RIO MIERA

El Portillo de Lunada con sus 1350 metros de altitud, es uno de los puertos de montaña que más días al año permanece cerrado, dado el espesor que alcanzan las nieves en el invierno.
Hasta aquí nos acercamos por una carretera estrecha y sinuosa, con unas curvas que se retuercen sobre si mismas, hasta el mirador de Covalruyo, que se encuentra a mano izquierda si se sube desde San Roque de Río Miera, antes de coronar el puerto.

Dejamos el coche en un estrecho margen que queda entre la carretera y el abismo, y ascendemos por unas escaleras recientemente reparadas que nos llevan hasta el mirador.

Es difícil explicar lo que se ve y se siente asomándonos a este palco, el silencio es total y a pesar de encontrarnos a varios cientos de metros de altura, sobre lo que hace miles de años era un glaciar, nuestros oídos captan con toda nitidez los sonidos que nos llegan desde el fondo de lo que hoy es un rico valle fluvial.
Se oye cantar a un gallo, el balido de las ovejas, ladridos de perros, campanos del ganado, voces de los pastores, mientras vuelan majestuosas las aves rapaces y se forman nubes que ascienden lentamente desde el valle por las desforestadas y erosionadas paredes de las montañas.




Estas montañas siglos atrás estaban cubiertas de una espesa masa arbórea, pero la puesta en marcha de La Real Fabrica de cañones de La Cavada, fue la causa de la masiva tala de árboles, para producir el carbón que alimentaria los hornos donde se fundía el hierro.

Nuestro poeta Gerardo Diego, Hijo Ilustre de Cantabria, supo como nadie con sus versos, describir estos montes y estos mundos de belleza cuna y nacimiento del río Miera, al que dedico este poema plasmado en letras de bronce en esta placa que se encuentra en el mirador de Covalruyo.

Pinchad en la foto y leereis la poesía completa.



Discurre el río hasta morir en la bahía de Santander, encajonado y oculto por la vegetacion, entre alisos, hayas, fresnos y muchos avellanos que en esta época del año se desprenden de sus pequeñas y sabrosas avellanas, resultando muy agradable el ejercicio de agacharse a recogerlas desperdigadas por el suelo.

Sus aguas limpias y cantarinas, a su paso por el pueblo de Mirones, lo hacen por debajo de este puente que antaño fue Camino Real, y cuya sencillez hace que destaque aun más si se puede la belleza de estos parajes.
CONTINUARA....,

7 comentarios:

  1. Gracias por darnos a conocer estos maravillosos lugares, Tejón. Otro buen reportaje gráfico que, junto a tus palabras, me hacen sentir casi, casi, como si estuviera allí.

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  2. ¿Que te puedo decir? Sois unos privilegiados por poder recorrer esos parajes, y nosotros también por poder verlos a través de tus ojos.
    Abrazo grande.

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  3. Me encanta ese tipo de puentes.
    Las laderas son realmente abismales.

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  4. Feliz de compartir estas cosas con todos.
    Si no habeis pinchado en el enlace de los csñones de La Cavada os aconsejaria que le dedicarais 10 minutucos, no os arrepentireis.
    Un abrazo para todos.

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  5. Hola tejón!!Hace poco estuve por la zona intentando encontrar los pozos de Noja sin éxito. Una de las más bonitas zonas de Cantabria y descrita por ti pues más.
    Un saludo!

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  6. Yo tambien he oido hablar de los pozos de Noja pero tampoco los conozco.habrá que averiguarlo pues creo que es una ruta muy bonita.
    Un beso cristina.

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