7/9/08

FARO DEL CABALLO (SANTOÑA)

Esta semana fui a caminar por la senda de el Faro del Caballo, en Santoña. De la marcha diré que se pueden hacer dos lecturas, una positiva y otra no tanto.

Empezando por lo positivo, el lugar es de una gran belleza, con unas vistas del mar Cantabrico espectaculares, con unos acantilados que rebosan vegetación (encinas, avellanos, laureles, etc.) y resulta increible ver donde enraizan sobre las rocas algunos de estos árboles.

Para llegar al faro hay que descender nada menos que 720 escalones tallados en la piedra. Al llegar abajo las piernas tiemblan como las hojas de los árboles y mejor no pensar en el retorno, pues no queda otra que subir de nuevo las escaleras, ayudándote de un cable de acero anclado en las paredes. Cuando llegué arriba el corazón parecía salírseme por la boca, pero el esfuerzo merecía la pena. Como recompensa al esfuerzo, me dí un gratificante baño en la playa de Berria. La temperatura del agua era muy buena, no así el estado de la mar que tiraba bastante para adentro.

La parte fea fue comprobar el mal uso y los destrozos que causan (yo no se que clase de vandalos) quienes se acercan por estos lugares, pues destrozan todo lo que se encuentran a su paso y no dejan ni paneles informativos, destruyen con navajas las cortezas de los árboles donde se señalan con pintura los caminos a seguir y dejan a su paso todo lleno de basura.

En las fotos podeis observar algo de lo que os cuento.









1 comentario:

  1. gracias por tu comentario, muy excesivo, solo escribo lo que veo y lo que siento, como tu, aunque con menos belleza.

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