26/9/25

LOS TEJOS DE CUCAYO


 Ellas, las montañas, llevan allí millones de años;

ellos, los tejos, apenas unos cientos.

Ellas vieron deshacerse los glaciares y nacer los ríos.

 Ellos echaron raíces donde el suelo era más duro,

donde el viento golpeaba con más fuerza,

como queriendo probarse a si mismos

que también podían ser eternos.

  desafiando al viento y al tiempo.

Cada amanecer, durante años contemplaron esas crestas,

unas veces desnudas, otras cubiertas de nieve.

Se enamoraron de ellas, y decidieron imitarlas.

Sus copas se alzaron como si quisieran rozar las nubes,

ya no eran solo árboles:

eran la memoria verde de las montañas. 


Y aquí la música que sonaba.