Quisiera recoger todas las lágrimas derramadas,
más no Puedo,
mi alma está empapada.
Empapada como la tierra que no puede absorber más lluvia.
Y reniego,
reniego de todos los dioses.
Inmisericordes dioses que permiten
que el desierto se empape de sangre y lágrimas.
Torrentes de lágrimas de niños inocentes,
que no ablandan el corazón de los hombres.
"Con penas me acuesto y con penas me levanto".