Si existiera un lugar donde me pudiera construir una casa en el cielo y un jardín en el mar, sin duda sería en éste mar verde de los campanarios en Los Collados del Asón.
Aunque para llegar allí tenga que trepar agarrándome a las hierbas, o acariciando piedras afiladas como navajas.
En tan inexpugnable lugar nadie subiría a robarme el tiempo.
Algún lugar parecido debió inspirar a Franco Battiato cuando escribió:
"Caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo
La encontrarás, la encontrarás al final de tu camino".
Llegaré a la cima y me quedaré allí para ver amanecer.
Solo entonces entenderé que el esfuerzo no ha sido baldío.
Que recorreré cuantas veces haga falta el camino, si siempre me acompañan buenos amigos.
Y aunque vuelva mil veces cada una será como aquella primera vez...
...que dije "te quiero"...
...como la primera vez que vi el mar...
...como la primera vez que vi el arcoíris...
...como la primera vez que descubrí los secretos de éstos hayedos...
...laberinticos e intrincados...
...de donde nunca quiero salir.
Ciento diez fotos saqué y no sé si habré acertado con la selección.
