Mi vida está entrando en una fase en la que cada vez me da más
igual todo.
A mis 63 estoy recuperando la
rebeldía de los 18.
Todo me da igual porque cada
vez estoy más convencido de que el mundo se va al carajo.
Que la raza humana está llamada
a auto extinguirse y que la evolución del hombre ha sido lo peor que le ha
podido pasar al planeta tierra.
Y lo digo yo que siempre me esfuerzo
en transmitir ánimo y ganas de continuar, de luchar, de seguir adelante y de
procurar hacer la vida más agradable a todos cuantos tengo a mi alrededor.
¿Cómo había de estar si se nos
ha ido Abdalá?.
No ha podido llevar con él
todas las cosas materiales que hubiera sido de desear, espero que en la mochila
interior lleve todo el cariño que le pudimos dar.
A mí me queda la duda de si le
pude dar más.
Y estoy convencido de que
recibí más que lo que di.
Todas las fresas fueron para
él, la colonia, el desodorante, el jabón de heno, el cepillo eléctrico que con
el cosquilleo a sus dientes tanta risa le causaba.
Las picardías mutuas que nos
enseñamos y que aquí no se pueden contar.
Y tantas cosas, el paypo, las
olas, las secuoyas, los ríos, el tren, los prados verdes, los helados y el
chocolate con churros...
Abdalá vino a despertar mi adormecida conciencia y os juro que
desde que se ha ido, ni un día más de mi vida voy a olvidar la injusticia que
se está cometiendo con el pueblo saharaui, aumentando más mi pena y mi
indignación que mi país contribuya con esta situación, cediendo siempre al
chantaje del rey marroquí y de los intereses de las multinacionales que
explotan los recursos de una gente que se resiste y que nos lleva dando desde
el abandono en el desierto muestras de ser un gran pueblo con mucho orgullo y
dignidad.
El mundo que veo a mi alrededor influye en mi estado de ánimo, es por eso que cada vez hago más mías todas las causas y todas las desgracias.
Nada caducará cuando todos estemos muertos, vivos somos caducos como los yogures.
La tierra es caduca, cuando caduque se habrán terminado la injusticia y la desigualdad, seremos todos iguales y ya no habrá razas inferiores.
NO NOS OLVIDEMOS DEL SAHARA OCCIDENTAL