24/8/17

HEMOS DE VIVIR

Vivimos tiempos y días convulsos.

Este mundo, nuestra sociedad, está creando monstruos que ni en la peor de las pesadillas debemos permitir que nos aterroricen.

                                   VIVIR de la Sociedad de los poetas muertos.
                                                        Por Walt Whitman
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.

Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes. Huye.

“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”, dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.

Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.

Vívela intensamente, sin mediocridad.

Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros “poetas muertos”, te ayudan a caminar por la vida.

La sociedad de hoy somos nosotros Los “poetas vivos”.

No permitas que la vida te pase a tí sin que la vivas ….

Vive con intensidad tu vida y no dejes nunca de soñar…

Walt Whitman nació en 1819 y falleció en 1892.

10/8/17

UN INSTANTE EN MI RETINA

Vas caminando por la cresta de la montaña y de repente alguien dice:

¡¡¡Quietos, mirad!!!

Dirigimos la mirada hacia el fondo del valle donde nos señala con el dedo.

Sus reflejos han sido mayores y nos han descubierto primero.

Ya toda la manada está mirando hacia nosotros, en guardia, con las orejas levantadas y olfateando el aire.

Hemos interrumpido su hora del rumio tras haber madrugado para pacer la hierba fresca antes del amanecer, ajenos a cualquier mirada.

De forma lenta al principio, inician la huida sin dejar de mirarnos con recelo para instantes después emprender una carrera trepidante saltando entre brezos y enebros antes de adentrarse en el hayedo.

Nervioso descuelgo mi cámara del cuello y a falta de trípode, confiando en mi pulso me apoyo en una piedra.

Zoom a tope y disparo.

No mato a ninguno, eso se le daba bien al Emérito cuando venía de cacería por estas tierras.

No se la satisfacción que le produciría a él matar astados, pero estoy convencido que no era mayor que lo que yo sentí al hacer esta mediocre fotografía.

Por un instante me he sentido como el primitivo que pintaba ciervas en la cueva de Altamira.


1/8/17

UNO DE AGOSTO

Se despidió julio llorando y amaneció agosto nublado.
Buena ocasión para escapar a Costa Quebrada y hacer unas fotos refrescantes.
El brezo costero está ahora en su punto. Acercaos a verlo antes de que se "agoste".