Deja que se tome su tiempo,
que suba las escaleras con cuidado apoyada en su bastón.
Hoy el paseo es un poco más largo que de costumbre.
Rayo escolta a su dueña hasta donde vive su nonagenaria hermana que habita en una casa que con el paso de los años ha ido perdiendo los colores.
Donde las persianas bajadas ya no dejan pasar los rayos del sol, donde los días se hacen eternos y las noches son un duermevela, cargado de emociones, de ausencias, y de recuerdos que atenúa el Lexatin.
Se sentará Rayo en la puerta hasta que salga para acompañarla en el regreso.
Su fidelidad y su paciencia no tienen fin.
Rayo escolta a su dueña hasta donde vive su nonagenaria hermana que habita en una casa que con el paso de los años ha ido perdiendo los colores.
Donde las persianas bajadas ya no dejan pasar los rayos del sol, donde los días se hacen eternos y las noches son un duermevela, cargado de emociones, de ausencias, y de recuerdos que atenúa el Lexatin.
Se sentará Rayo en la puerta hasta que salga para acompañarla en el regreso.
Su fidelidad y su paciencia no tienen fin.